Te recuerdo esta noche
en mi cama donde no estas
en la espalda que no te siente
y mis manos
acarician tu ausencia,
te extraño desde
adentro de mis huesos
¡Hasta ahí me has de doler!
desde mis hombros desnudos
en que antes se escurrían
los besos de tus labios
y se trepaban en mi pelo
para no caer
te necesitan mis dedos
la palidez de mis pechos
y mis brazos
te llamo desde mi sexo
hoy vacío de ti,
del espacio entre mis piernas
en que faltas
te detesto desde mis rodillas
que amargas se abrazan
ahora que no estás
te lloro desde mi tobillo izquierdo
que ya no cubres con tus manos
y los dedos de mi pie derecho
que no te pueden acariciar.
domingo, 26 de abril de 2009
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1 comentario:
Cuando se recuerda así la memoria y el tacto añejo deben ser dos cosas malditas, pero cuando se recuerda así es que dentro hay suficientes semillas como para volver a amar.
Besos.
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