Eres en mis labios
como un chocolate
que se derrite lento
en la tibies de mi lengua,
me alucina tu sabor fuerte
que es dulce y amargo,
dulce cuando tu boca
se come mi lengua,
y te aferras a mi espalda
como si se te fuera la vida.
Amargo cuando recuerdo
que tenemos el tiempo medido
y aunque te tengo en mis brazos
tu cuerpo jamás será mío.
Mavi
jueves, 5 de febrero de 2009
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
2 comentarios:
Muy epecial tu espacio
desde ahora te sigo y me quedo en el para no perderte
un saludo amiga
LuNa.
Un dulce sabor para colmar el resto de los sentidos…
El chocolate es un regalo de los dioses y tu poema…otro regalo.
Besos.
Tiempo de charcos
Publicar un comentario