Mírame
el fuego de mis pasos
se dibuja en la calle,
los ojos me condenan
suéltame
tu rastro me persigue
tu dedo desde lejos
señala mi espalda,
límpiame
pareciera que el pecado
se escurre entre mis piernas
ocúltame
la culpa de tus besos
se me quedo tatuada
cúbreme
el remordimiento
desnuda mi alma
y me deja frágil
sálvame
que tu amor me trastorna
se me olvida que aunque mío
también eres de otra.